21 El Mundo





21 EL MUNDO
Engel:  Completitud, final, premio, éxito, solución a problemas, espiritualidad de la materia.

Hales: Integración, final de ciclo o proceso, triunfo. Realización. Perfección. Satisfacción.

Jodorowsky: ¿Cuál es el resultado de todo lo que he hecho y que cambios produce en mí? ¿Me siento relizad@? ¿Me siento encerrad@ en un mundo obsoleto? ¿Acepto la simple felicidad de estar viv@? ¿Me junto con personas que me alegran la vida o con personas que me conducen a la destrucción?.

21. EL MUNDO: HERMAFRODITO, EN EL TAROT MÍTICO

La carta del Mundo retrata una serpiente de oro enroscada en forma de huevo, comiendo su propio rabo. Dentro de su circunferencia baila una extraña figura medio macho y medio hembra, coronada con hojas de laurel, y llevando en cada mano un báculo de oro. Alrededor de la forma de huevo de la serpiente se pueden ver, surgiendo de las nubes, una copa, una espada, un flamante basto y un pentáculo de oro.

SIMBOLOGÍA
La Serpiente del Mundo, llamada Ouroboros en griego, se decía que era macho y hembra a la vez, que se auto preñaba, se autoalimentaba, era inmortal y completa. Por eso es la imagen mítica, a la vez, de Dios y de la naturaleza, encarnada aquí en un símbolo.
Los cuatro símbolos que presiden los reinos del agua, del fuego, del aire y de la tierra, reflejan las potencialidades que aguardan el desarrollo de la nueva personalidad.
Los báculos de oro están relacionados con la vara mágica de Hermes, ya que la personalidad que ha renacido puede crear con más fuerza en los campos del sentimiento, de la imaginación, de la mente y de la materia.

RELATO DEL MITO:
Aquí encontramos a Hermafrodito, que según la mitología era hijo de Hermes y de Afrodita. En una versión del cuento, Hermafrodito había nacido con los dos sexos. Pero, según otra versión, esa dualidad o unidad no fue por nacimiento, sino que fue creada. Hermafrodito en un principio era un niño, y para ocultar su nacimiento ilícito Afrodita lo entregó inmediatamente a las ninfas del Monte Ida, que se lo llevaron a los bosques. A la edad de quince años era un muchacho montaraz y salvaje, cuyo principal placer consistía en cazar en los bosques. Un día llegó hasta las orillas de un límpido lago en cuyas aguas frescas le dieron ganas de tomarse un baño. La ninfa Salmacis, que gobernaba el lago, le vio y se enamoró de su belleza. Ella le habló, y el tímido muchacho trató de rechazarla, pero en vano. El seguía resistiéndose, y la ninfa gritó: "¡Oh dioses!" ¡Concededme que nada pueda jamás separarle de mí, ni a mí de él! Inmediatamente sus dos cuerpos fueron unidos y llegaron a ser uno solo.
Los cuatro inventos que rodean la imagen de Hermafrodito en la carta del Mundo corresponden a las cuatro divinidades: Afrodita, la diosa del amor; Zeus, rey de los dioses; Atenea, la diosa de la sabiduría, y Poseidón, el dios de los terremotos. Hemos encontrado ya estos símbolos en la carta del Mago: la copa del amor, la vara de la imaginación creadora, la espada del intelecto y el pentáculo de la realidad física.
La serpiente que rodea a Hermafrodito es la antigua Serpiente del Mundo, que, como ya hemos visto, encarna el brutal poder instintivo de la vida misma, siempre devorándose y recreándose.

SIGNIFICADO DE LA LÁMINA: A nivel interior, la imagen de Hermafrodito es una imagen de la experiencia de todo ser. El masculino y el femenino son más que las identificaciones sexuales limitadas a los órganos genitales. Son grandes polaridades que comprenden a todos los opuestos de la vida. El ser bisexuado, que según una versión de la mitología nació así y en la otra fue creado, es un símbolo de la potencial integración de los contrarios en una personalidad. En un sentido Hermafrodito nació así, porque el potencial para esa integración es inherente a todos nosotros. Pero en el otro sentido, Hermafrodito es creado, ya que es la suma de todas las experiencias del camino de los Arcanos Mayores la que le llevan al final de este ser completo. Las cualidades del cuidado materno y de la ética paterna, la intuición y la expresión física, la mente y el sentimiento, la relación con los demás y la soledad, el conflicto y la armonía, el espíritu y el cuerpo; todos estos contrarios que se pelean dentro de nosotros y que crean tanta lucha en nuestras vidas, están retratados en esta carta viviendo gozosos y en armonía dentro del gran círculo de la Serpiente del Mundo que es una imagen de la vida inagotable.

La imagen del conjunto, tal y como está retratada en la carta del Mundo, es una meta ideal, más que algo que podemos poseer totalmente. Somos humanos y, por tanto, imperfectos, y el divino andrógino está más allá de nuestro alcance. Pero tenemos que vislumbrar este estado cada vez que hay una sensación de curación interna en la que dos partes de nosotros mismos que están en pugna al final llegan a juntarse, y alguna resolución interior trae la paz. Por lo general, cuando encontramos a estos contrarios en la vida, y en nosotros mismos, negamos la existencia de semejante conflicto, reprimiendo una mitad del mismo y echándola al mundo subterráneo del subconsciente. O bien, proyectamos la mitad incómoda en otra persona, o en algo del mundo externo, y gastamos nuestra energía luchando con algo que, en realidad, está dentro de nosotros. El estado de la ambivalencia es parte de la condición humana; sin embargo, ¿cuántos de nosotros tienen el valor de admitir su ambivalencia? "¡Por supuesto que quiero casarme!" decimos, o "¡por supuesto que quiero tener un hijo!" o "¡por supuesto que me gusta mi trabajo!". Pero como seres humanos somos complicados, y el camino del Loco es el fondo un camino de descubrimiento a través de nuestros contrarios, de la conciencia y del subconsciente juntos. La carta del Mundo es la última carta de los Arcanos Mayores, y el final del camino del Loco, sin embargo, es también un huevo, es decir, la semilla de un nuevo camino. Por eso, cada vez que sentimos que hemos llegado y hay un momento de realización y de curación, surge un nuevo reto, un nuevo descubrimiento desde el antiguo camino que se desenvuelve en espiral. Por eso seguimos creciendo y cambiando, tendiendo siempre hacia Hermafrodito la imagen de la totalidad, sin conseguirla nunca, excepto de un modo insignificante y a veces sutil.




21 – El Mundo (Tarot Rider Waite)

Esta carta representa la perfección y el fin del Cosmos, el secreto en su interior, el estático éxtasis del universo cuando llega a comprenderse a sí mismo en Dios.

También es la condición del alma en la conciencia de la contemplación divina, reflejada por el espíritu autoconsciente.

Pero existe más de un mensaje en el plano del Macrocosmos: uno es el de la condición del mundo reconstruido cuando la ley de la manifestación haya sido llevada al grado más elevado de la perfección natural.

Algunos esotéricos sostienen que esta figura representa al Mago en el momento en el que ha alcanzado el máximo grado de iniciación, mientras que otros afirman que representa lo Absoluto. También se ha dicho que esta figura equivale a la Verdad.

Y, finalmente, también ha sido definida como «la Corona de los Magos». Waite afirma que la carta se refiere al día que el Creador declaró que todo era bueno, cuando las estrellas de la mañana cantaban juntas y todos los hijos de Dios gritaban de alegría.




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