18 LA LUNA
Engel: Intuición, cambios, fluctuaciones, ciclos,
arte, imaginación, fantasía, locura, sueños, inconstancia.
Hales: Energías femeninas, la carta oscura,
confusión, sueños. La madre, la mujer, los ciclos previsibles. Las emociones
alteradas. Intuición, miedos o temores
básicos. Ilusiones engañosas. Confusión. Imaginación.
Jodorowsky: ¿Cual es mi capacidad para receptiva? ¿Soy capaz de
admirar los valores de los otros? ¿Tengo la modestia de aceptar mi gran valor
espiritual? ¿Cuál es mi ideal imposible? ¿Le tengo miedo a la locura? ¿Soy
capaz aún de gestar algo? ¿Reconozco a alguien como superior a mí? ¿Soy una
madre no posesiva ni invasora?
18. LA LUNA: LA DIOSA HÉCATE EN EL TAROT MÍTICO
La carta de la Luna retrata una misteriosa figura femenina con tres caras, coronada con una diadema de la luna en sus tres fases. Sus cabellos son de plata, y ella lleva un vestido blanco que cae en un charco a sus pies. A su lado hay un perro con tres cabezas, mientras que desde las profundidades del charco un cangrejo intenta arrastrarse fuera del agua. El cielo tras ella es oscuro, iluminado tan sólo por la luminosidad de su corona.
SIMBOLOGÍA
Las tres caras de Hécate, como las tres caras de las Moiras, reflejan las inevitables facetas cambiantes de la vida.
El color blanco y el color plata, los colores del vestido y del pelo de Hécate, se asocian con la luna, porque se decía que contenían en sí todos los colores en una estado incipiente.
El cangrejo es una criatura que no pertenece totalmente ni al reino acuático ni al reino terrestre, sino que vive entre ambos. Por eso es una imagen del mundo de los sueños, que surge de las profundidades desconocidas, pero se mete en el mundo visible a través de poderosas imágenes y sentimientos que no pueden ser ignorados.
RELATO DEL MITO: Aquí encontramos a la anciana Hécate, diosa del mundo subterráneo, soberana de la luna, la magia y el encantamiento. Según la mitología, Hécate a veces se alternaba con Artemisa, diosa lunar, aunque era una divinidad mucho más vieja, y era poderosa tanto en el cielo como debajo de la tierra. Hija de Zeus y de Hera, Hécate suscitó la cólera de su madre por robarle un frasco de colorete. Ella huyó a la tierra y se ocultó en casa de una mujer que acababa de dar a luz un niño. El contacto con el parto la hizo impura, y por eso fue llevada al mundo subterráneo, para lavar su mancha. Pero resulta que se convirtió en uno de los soberanos del mundo subterráneo, y se la llamó la Reina Invencible, la que presidía las purificaciones y las expiaciones. Como era una diosa de encantamiento, enviaba a la tierra demonios que atormentaban a los hombres en sus sueños. Iba acompañada por Cerbero, el guardián de la entrada al mundo subterráneo, que tenía tres cabezas, y que era su forma animal y su espíritu familiar. Los sitios que solía frecuentar más a menudo eran los cruces de los caminos, las tumbas y los lugares de crímenes, y levantaban en su honor imágenes sagradas de tres cabezas en los cruces de los caminos y era adorada en vísperas de la luna llena.
El mismo Zeus honró tanto a Hécate que nunca le negó el antiguo poder del que ella siempre había disfrutado: el de conceder o denegar a los mortales cualquier deseo. Sus compañeras en el mundo subterráneo eran las tres Erinias o Furias, que castigaban las ofensas contra la naturaleza y representaban de una forma más amenazadora a las tres Moiras o Parcas. Por todo ello Hécate es una de las imágenes más arcaicas de la mitología, y preside la magia, el parto, la muerte, el mundo subterráneo y el destino.
SIGNIFICADO DE LA LÁMINA: A nivel interior, Hécate, la diosa de la luna, es una imagen de las misteriosas profundidades acuosas del subconsciente. Ya hemos encontrado este reino extraño e impalpable en otras dos cartas de los Arcanos Mayores: la Suma Sacerdotisa y la Rueda de la Fortuna. Estas tres cartas están vinculadas en su significado y representan una progresión en la comprensión profunda y en la experiencia del mundo subconsciente. Por medio de Perséfone, la Suma Sacerdotisa, el Loco empezó a estar atento a sus propias profundidades personales, a tener un yo secreto que estaba por debajo de la vida corriente. Por medio de las Moiras, que presiden la Rueda de la Fortuna, experimentó el poder que llamamos Destino, a través de los cambios repentinos de la suerte que revelan una ley invisible o un plan determinado por dentro. Aquí, en la carta de la Luna, encontramos en la imagen de Hécate una experiencia del gran mar colectivo del subconsciente del que ha surgido no solamente el individuo, sino la totalidad de la vida. Hécate es más que el retrato de las profundidades personales. Ella encarna el principio femenino en la vida misma, y las tres caras y las tres fases lunares reflejan su poder polifacético sobre el cielo y la tierra y el mundo subterráneo. En términos psicológicos, en este reino oceánico de la imaginación humana es donde han nacido los grandes mitos y los símbolos religiosos, y las obras de arte a lo largo de los siglos. Es un mundo caótico, confuso, ilimitado, del que los individuos, en su camino personal y la búsqueda de sí mismos, no son más que una parte pequeñita.
El encuentro con Hécate, la diosa-luna, es el enfrentamiento con un mundo transpersonal, donde los límites personales se borran y el sentido de la dirección y el ego se han perdido. Es como si tuviéramos que esperar sumergidos en las aguas de este mundo a la vez que surgen las nuevas posibilidades que con el tiempo se van a convertir en nuestro futuro. Pero las aguas oscuras del subconsciente colectivo contienen a la vez lo positivo y lo negativo, y a veces es difícil distinguir sus movimientos cambiantes de la locura y el engaño. Puede ser un mundo espantoso, que produce ansiedad, ya que vivir en el reino que preside Hécate significa vivir sin conocimiento ni claridad. Sobre nosotros ha ocurrido algo que limpia el pasado y prepara el camino para el futuro, pero debemos esperar como el feto espera en el vientre. El único camino que lleva al mundo de Hécate es el "camino real" de los sueños, que, al igual que el cangrejo, nos atormenta con una rápida visión y luego se desliza otra vez en el agua. La carta de la Luna es una carta de gestación, llena de confusión, ansiedad y aturdimiento. No tenemos nada que nos guíe, excepto el mundo de los sueños y la Estrella de la Esperanza, porque esta imagen de lo femenino no es una imagen personal como la de la Suma Sacerdotisa. Es vaga, impalpable e impersonal, y se encarna como humores cambiantes y confusión. Hécate nunca se puede asir realmente, porque es una diosa de la magia, e inicia al Loco en un mundo más grande que el suyo, ese agua original de la que procede toda vida.
La diferencia entre esta carta y la de otros modelos más convencionales radica en que, aquí, la luna está en su fase creciente, conocida como de la misericordia, a la derecha del observador.
Esta posee dieciséis puntas y dieciséis rayos menores. La carta representa la vida de la imaginación, separada de la vida del espíritu.
El sendero situado entre las dos torres representa el viaje hacia lo desconocido. Los dos perros son los temores de la mente ante esta posibilidad de salida cuando la única que guía el camino es una tenue luz reflejada.
Esta última referencia es una clave de lectura para otra forma de simbolismo. La luz intelectual es un reflejo más allá del cual se encuentra el misterio de lo desconocido, que no puede ser demostrado en primer lugar.
Esta luz ilumina nuestra naturaleza animal, representada por el cangrejo que está saliendo de las profundidades; la tendencia inconfesable, horrenda y más inmunda de la bestia más salvaje.
Esta intenta manifestarse simbolizada por el movimiento del agua de los abismos hacia la tierra firme, pero puede ser empujada hacia el interior de la voluntad racional.
El rostro de la mente dirige una sosegada mirada hacia todo aquello que permanece sin descanso allí abajo el mensaje es: «Paz, sigue reinando»; y es posible que alcance a dominar la naturaleza animal, mientras que los profundos abismos se olvidan de darle una forma.
Gracias Caro por el blog, en este momento reviso algunos pasajes vitales del blog, un gran abrazo y que desde el aspecto de la Luna, la creatividad, junto a la genuina expresion, genere el encuentro en el trabajo de que todos juntos unamos aun mas esta divinidad que clama, desde el fondo, union. Saludos y que sea un buen momento :)
ResponderEliminarGuauuuuuuu!!! Eres mi primer comentario en la vida de este Blog :) te llevaré unos regalos, material transcrito de todo el curso de los menores también. Gracias por tus palabras, y por pasar por acá.
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