5 EL SUMO SACERDOTE
Engel: Discípulos, maestros,
enseñanzas, consejos, ley, moral, comunicación, misterios profundos que tienen
que ver con la religión, persona de poder, dinero.
Hales: La integración de la sociedad.
Comunicaciones, normas, instrucciones, el trabajo, las estructuras sociales. La
familia formal, el matrimonio. Estudios
formales, ventas. Educación, sistema de creencias. Identificación con el grupo.
Jodorowsky: ¿Es justo lo que
desde niño me han enseñado o hecho creer? ¿Aparte de triunfar materialmente,
tengo un ideal espiritual? ¿Si existiera un Dios, cómo sería? ¿Puedo enseñarle
algo a los otros? ¿Puedo sanar o consolar a alguien?
5. EL HIEROFANTE: EL CENTAURO QUIRÓN EN EL TAROT MÍTICO
La carta del Hierofante retrata una extraña figura, un Centauro, con el torso, los brazos y la cabeza de un hombre y el cuerpo de un caballo. Su larga cabellera de color castaño, su barba y su rostro afable, de hombre maduro, sugiere un sacerdote o un profesor. En su mano izquierda tiene un rollo que contiene sabiduría escrita. Su mano derecha está levantada haciendo el gesto de bendecir. A ambos lados, tiene una columna de piedra. Detrás de él, se puede observar la roca áspera de la cueva que es a la vez su hogar y su templo. Una luz se derrama sobre su cabeza coronada desde una apertura circular en el muro de la cueva.
SIMBOLOGÍA
La cueva que es el templo de Quirón es una formación natural de la tierra, no es un lugar de culto hecho por el hombre, ya que sólo se puede considerar válido si se aplica la enseñanza espiritual en la vida física ordinaria.
Las dos columnas son las columnas de la antecámara del conocimiento por la que el discípulo entra a recibir la enseñanza de Quirón.
El rollo que lleva el Centauro es el rollo de la ley, la palabra escrita que a través de la revelación comunica la voluntad divina.
RELATO DEL MITO: Aquí encontramos a Quirón, rey de los Centauros, el que cura, el sacerdote y el maestro sabio de todos los héroes jóvenes de la mitología. El nacimiento de Quirón fue muy misterioso porque nació de Ixión, hijo de Ares, el dios de la guerra y de una nube que Zeus formó con la apariencia de su esposa Hera, para evitar que Ixión hiciera el amor con la diosa en persona. El Centauro fue educado por Apolo, el dios-sol, y Artemisa, la diosa-luna, y a causa de su gran sabiduría y espiritualidad fue elegido rey de los Centauros y se le asignó la tarea de inculcar en los jóvenes griegos de las casas nobles los valores espirituales y el respeto a la ley divina que necesitaban, antes incluso de aprender el arte de gobernar y el manejo de las armas.
Quirón era también un gran curandero, y conocía los secretos de las hierbas y la ciencia de las plantas. Pero era incapaz de curarse a sí mismo. Un día su amigo, el héroe Hércules, le visitó en su cueva después de matar a la monstruosa Hidra con sus nueve cabezas venenosas. Hércules rozó accidentalmente al Centauro en el muslo con una de las flechas que habían sido mojadas en la sangre del monstruo. Esa sangre era un veneno mortal, y el caso es que Quirón no pudo sacarse el veneno de la herida. Como era inmortal, no podía morir, y de ese modo se vio obligado a vivir sufriendo, renunciando a toda la felicidad del mundo y dedicando su tiempo a la enseñanza de la sabiduría espiritual.
SIGNIFICADO DE LA LÁMINA: A nivel interior, Quirón, el Hierofante, es una imagen de esa parte de nosotros que se eleva hacia el espíritu, con el fin de comprender qué es lo que Dios quiere de nosotros. El es el maestro espiritual interior, el sacerdote que establece un vínculo entre la conciencia ordinaria del mundo y el conocimiento intuitivo de la ley de Dios. Mientras que el mundo de Perséfone, la Suma Sacerdotisa, es oscuro y escurridizo, y no puede ser comprendido por el intelecto, el mundo de Quirón puede ser aclarado e interpretado por la mente. La antigua palabra que se usaba para el sacerdote, pontifex, quiere decir "constructor de puentes", porque la labor del sacerdote, dentro y fuera de nosotros, es la de servir como padre espiritual, estableciendo una relación entre el hombre y Dios y aclarando la naturaleza de las leyes según las cuales hemos de vivir para estar en amistad con Dios. Las leyes del Emperador, que encarnaban el principio del padre en la tierra, están relacionadas con el comportamiento correcto dentro de este mundo. En cambio, las leyes del Hierofante se refieren al comportamiento correcto a los ojos de Dios. Sin embargo, Quirón no simboliza ningún sistema religioso ortodoxo. Es una criatura silvestre, medio hombre y medio animal, y su templo no está hecho por el hombre, es una cueva natural en la montaña. Por eso la ley espiritual que transmite no es un hecho colectivo derivado del dogma, sino un hecho individual que sólo se puede encontrar entrando en contacto con el sacerdote interior. Por eso cada persona experimenta a Dios de forma diferente, y nosotros llegamos a nuestro propio entendimiento espiritual según la relación particular que tengamos con lo que "Dios" pueda significar realmente.
La lesión de Quirón le convierte en el Curandero Herido, el que, a través de su propio sufrimiento, puede comprender y apreciar el sufrimiento de los demás y puede, por tanto, ver más lejos y más alto que los que tienen la vida resuelta. Por eso Quirón, el Hierofante, representa una parte herida de nosotros mismos, dónde algún problema insoluble, alguna limitación, nos hace más bondadosos y compasivos, mientras que de otra manera hubiéramos sido superficiales y hubiéramos dicho algún tópico sobre la bondad, sin ningún sentido real de lo que eso significa. El verdadero sacerdote está abierto al sufrimiento del mundo y a su ansia porque él mismo sufre. La imagen de Quirón nos recuerda el valor de esas limitaciones insuperables, de esas heridas que tenemos dentro, que, aunque puedan hacernos padecer en nuestra vida normal, sin embargo, nos cuestionan y nos abren el camino hacia un mayor entendimiento de las leyes más altas de la vida. Esta paradoja es sugerida por el mismo Centauro, porque al ser medio dios y medio caballo participa a la vez de los instintos y del espíritu, y tiene una dualidad que forma parte de nuestra condición humana. Nosotros no somos ni del todo animales ni del todo divinos, sino una mezcla de ambas cosas, y tenemos que aprender a vivir con ambas. De esta mezcla es la sabiduría del Centauro, que participa a la vez del conocimiento de Dios y del conocimiento de la ley natural: Dios manifestándose en el mundo de la forma.
05 - El Sumo Sacerdote (Tarot Rider Waite)
El Sumo Sacerdote lleva sobre su cabeza la triple corona (por ejemplo, la mitra), símbolo de su relación directa con el Mundo Espiritual, Intelectual y Físico. Está sentado detrás de dos columnas, que no son las del Templo custodiado por la Sacerdotisa.
En la mano izquierda sostiene un cetro que termina con la forma de la triple cruz y, con la derecha, imparte el conocido signo eclesiástico, también reconocido por el esoterismo que distingue entre la parte de la doctrina revelada y la oculta.
A sus pies se encuentran dos llaves colocadas en forma de cruz y dos ministros del culto están arrodillados frente a él. Normalmente, recibe el nombre de Papa, que es una aplicación particular del oficio más general simbolizado por él. El es la máxima autoridad de la religión exterior, así como la Papisa es el genio dominante del poder esotérico oculto.
El Sumo Sacerdote representa el poder de las claves, la doctrina esotérica ortodoxa y los aspectos exteriores de la vida que conducen a dicha doctrina; pero, ciertamente, no es el príncipe de la doctrina oculta.
Tal y como sugirió Waite, el Papa representa la summa totius theologiae, cuando ésta es considerada con la máxima rigidez de la expresión, pero también simboliza todas las cosas justas y sagradas del aspecto material. Como tal, es el canal de la gracia perteneciente al mundo de las instituciones, distinto a aquel de la naturaleza y es el que puede conducir a la salvación de toda la humanidad.
Es el líder de la jerarquía reconocida, que refleja otro orden jerárquico superior; pero puede suceder que el pontífice se olvide del significado de su condición simbólica y actúe como si de verdad poseyese en sí mismo todos los grados que representa su signo o que su símbolo intenta revelar.
El Papa, siempre de acuerdo con Waite, no es la inspiración ni tampoco la religión aunque, probablemente, éstas sean algunas de sus manifestaciones.
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