12 El Colgado





12 EL COLGADO
Engel:  Sacrificio, entrega, paciencia, apostolado, iniciación, cambio de punto de vista, humildad, crisis.
Hales: La mirada distinta, Otro punto de vista, presentarse de modo diferente. El pasado, vidas pasadas. Crisis de familia. El sacrificio autoasumido. Karma. Relajamiento. Visión distinta de la vida.

Jodorowsky: ¿Qué debo sacrificar? ¿De quién o qué debo alejarme? ¿Qué es lo que debo darme a mí mism@? ¿Qué es lo que debo estudiar? ¿A qué o quien le tengo rencor? ¿De qué o quien estoy siendo víctima? ¿Qué es lo que estoy ocultando? ¿Qué es lo que debo cesar de hacer o de soportar?

12. EL COLGADO: EL TITÁN PROMETEO EN EL TAROT MÍTICO

La carta del Colgado retrata a un hombre maduro, de pelo y barba color castaño. A pesar de estar aherrojado en una postura incómoda, justo ante un precipicio, y casi desnudo, sin embargo, tiene una expresión serena en el rostro. Detrás de él se asoma un paisaje oscuro de rocas ásperas, mientras que una puesta de sol lanza una luz roja como la sangre a través de su cuerpo e ilumina su cabeza. Un águila se abalanza sobre él.

SIMBOLOGÍA
La puesta de sol sugiere el declinar de la luz brillante de la consciencia y de la voluntad.
La postura de Prometeo implica que la cabeza (la mente racional) ya no controla. Como la puesta de sol, esta imagen simboliza el descenso del espíritu a la obscuridad del subconsciente.
El hígado, que según la mitología fue atacado por el águila de Zeus, era asociado al espíritu y a la esperanza. Por eso el tormento de Prometeo es una imagen de la pérdida de la fe que, según la mística, se llama la "noche oscura del alma", en la que lo único que se puede hacer es esperar, sin tener una visión segura de cómo va a acabar todo.

RELATO DEL MITO:  Aquí encontramos a Prometeo, el Titán que desafió la ley de Zeus y robó el fuego de los dioses para dárselo al hombre, sabiendo muy bien que iba a sufrir por su acción. El nombre de Prometeo significa "vidente", y el Titán poseía el don de la profecía. Se decía también en la mitología que había creado al hombre, fuera de la tierra y del agua, con sus propias lágrimas, mientras que Atenea (diosa de la Justicia) infundía la vida en la creación. Por eso Prometeo tenía una profunda simpatía por toda la humanidad, porque él los había hecho.

Pero Zeus afirmó su divina supremacía sobre los hombres negándoles el fuego. Eso quería decir que no podía haber progreso ni iluminación, porque sin el fuego el hombre estaba condenado a vivir como los animales, comiendo carne cruda y ocultándose en cuevas.
Prometeo cogió un poco de fuego sagrado de la forja de Hefesto (el dios del fuego y la forja), lo ocultó en un tallo hueco de hinojo, y lo llevó a la tierra. Zeus, ultrajado por el robo, decidió aniquilar a la humanidad por medio del diluvio para destruir a sus ofensores, porque no solamente fue injuriado su orgullo, sino que el hombre, con el fuego, podía intentar ser como dios. Pero Prometeo advirtió a su hijo Deucalión, que construyó un arca y subió a bordo junto a su esposa, Pirra. El diluvio duró nueve días y nueve noches, pero el último día de la inundación cesó y Deucalión ofreció un sacrificio a Zeus. El rey de los dioses, conmovido por su piedad, accedió a su petición de renovar la raza humana.

Pero Prometeo no pudo librarse tan alegremente. Como era de imaginar, Zeus lo agarró y lo ató con unas cadenas indestructibles en lo alto de un precipicio en las montañas del Cáucaso. Un águila bajaba cada día a devorar el hígado de Prometeo; cada noche el hígado volvía a crecer y la tortura continuaba. Después de treinta años, Zeus permitió que el Héroe Hércules le rescatara, quién mató al águila y rompió las cadenas del prisionero. Prometeo recibió la inmortalidad al tiempo que la humanidad, agradecida, levantó altares en su honor y por primera vez usó los anillos, en recuerdo de su esclavitud.

SIGNIFICADO DE LA LÁMINA: A nivel interno, Prometeo, el Colgado, es imagen de un sacrificio voluntario para un bien mayor. Este sacrificio puede ser de una cosa externa o puede ser una actitud interior, pero ha de hacerse de buena gana y con una aceptación plena del sufrimiento que se nos pueda exigir. En la carta de la Rueda de la Fortuna, el Loco encontraba estos golpes repentinos de la suerte que inauguran los cambios de mucha trascendencia en la vida. Pero, nosotros, como el Loco, podemos responder de muchas maneras a estos cambios. Hay personas que no pueden adaptarse y se aferran al pasado que han perdido. Otras se vuelven amargadas y le echan la culpa a la vida, a Dios, a la sociedad o a otra persona. La imagen de Prometeo es un símbolo de esta parte de nosotros que tiene la perspicacia necesaria como para comprender que determinados cambios pueden ser necesarios para descubrir un designio interno que aún no tenemos claro. Por eso, el Titán representa una actitud de sumisión voluntaria a ese misterioso centro cuyas obras están detrás de las vueltas de la Rueda.

Prometeo, implica una aceptación de la espera en la oscuridad. Está colgado torturado por la inquietud y el miedo de que su sacrificio al final pueda ser baldío; tiene aún una expresión llena de paz. Y su suspensión al final se acaba, modificándole a él y a su relación con los dioses, puesto que se le da la inmortalidad. En muchos aspectos, Prometeo es una imagen de la renuncia al control, para que pueda salir a flote un nuevo y más grande sentido de la vida. Puesto que Prometeo ha hecho al hombre, se puede decir que es una especie de espíritu visionario dentro de nosotros, que ve posibilidades superiores, y está dispuesto a dejar todo lo que antes considerábamos sagrado, para poder conseguir una conciencia mayor. Como resultado, Prometeo en un principio se hace terriblemente vulnerable, porque si estamos decididos a realizar un sacrificio semejante por fe, entonces nos abrimos a la vida, y la vida puede herirnos. Pero este precio, de entregar nuestras defensas y hacer el camino en la soledad y la duda, parece necesario para todo sentido real de aquello que nos sostiene cuando nosotros no podemos sostenernos a nosotros mismos. Es lo que las religiones entienden por verdadera fe, y sólo se puede ganar arriesgándose en la vida. La carta del Colgado, es una consecuencia natural de la vuelta de la Rueda de la Fortuna, ya que implica una voluntad de creer en ese "Otro" que sabe mejor que el ego lo que puede ser justo y necesario para el desarrollo de uno.




12 – El Colgado (Tarot Rider Waite)

La horca en la que un hombre está colgado al revés forma una cruz, Tau, mientras que la figura de la posición de las piernas parece dibujar una cruz en forma de gancho.

Una aureola le rodea la cabeza, al igual que si fuese un mártir. Se puede observar que: 1) el árbol del sacrificio está vivo, tal y como lo atestiguan sus ramas; 2) el rostro del hombre expresa un profundo estado de arrepentimiento y no de sufrimiento; 3) la figura, en su conjunto, nos sugiere una vida en suspensión, pero siempre de vida y no de muerte.

Es una carta con un profundo y complejo significado, pero éste se halla oculto por el velo de los símbolos. Ha sido definida como una carta de martirio, una carta de prudencia, una carta de grandes esfuerzos.

Por su parte, Waite afirmó que el colgado expresa la relación, en uno de sus aspectos, entre lo Divino y el Universo.

Aquel que alcanza a comprender que la historia de su naturaleza superior se halla empapada de este simbolismo, afirma el esoterista inglés, recibirá anuncios y presagios con respecto al Gran Despertar y sabrá que tras el Sagrado Misterio de la Muerte, se encuentra el Glorioso Misterio de la Resurrección.

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