16 LA TORRE
Engel: Cambio, oportunidad, crisis, golpe, planes que
deben transformarse, aceptar la voluntad del cielo.
Hales: La lucha por la libertad, los cambios
inesperados y de origen externo, irrupción, lo que llega de modo inevitable.
Ruptura. Boca. Cambio repentino. Separación. Caída. Revelación.
Liberación de viejas
estructuras.
Jodorowsky: ¿De qué o quién, después de estallar un conflicto, me
separo? ¿Que es lo que se está derrumbando en mi vida? ¿De qué encierro fui
capaz de escapar? ¿Cuáles son las energías que se están liberando en mí?
16. LA TORRE: EL "DIOS POSEIDÓN" EN EL TAROT MÍTICO
La carta de la Torre retrata un edificio de piedra edificado sobre una roca alta que da al mar. De las profundidades del agua emerge una figura poderosa y amenazadora, con una corona de oro, cabello castaño ondeando con alga marina, con la cola de un pez que se puede observar entre las olas embravecidas. El apunta su tridente hacia el edificio, que es alcanzado por un relámpago y unos truenos. El mar hierve y el cielo es negro y presagioso, iluminado por violentos relámpagos rojos.
SIMBOLOGÍA
El tridente es el atributo del poder de Poseidón, y refleja la luna creciente que le une con el reino de los instintos y de la noche.
La salida del dios del mar sugiere una poderosa fuerza instintiva que emerge del subconsciente, más fuerte que los esfuerzos de la voluntad para reprimirla.
Aunque Poseidón es un dios de la tierra, está retratado con una cola de pez. Eso le une a las criaturas del mar, de sangre fría, muy lejos de la vida humana, de sangre caliente, que corresponde al mundo arcaico de los instintos.
RELATO DEL MITO Aquí vemos al famoso Laberinto del rey Minos, que fue alcanzado por un terremoto cuando el dios Poseidón, enfadado, salió de las aguas para derribar al reino. Según la mitología, Minos era el rico y poderoso rey de Creta. Recibió este poder de Poseidón, dios del terremoto y de las profundidades del Océano, que consintió en hacer a Minos soberano de los mares si el rey ofrecía un hermoso toro blanco al dios en sacrificio. Pero el rey Minos no quería dar al toro, y lo escondió en una manada, poniendo en su lugar un animal más pequeño. Poseidón, furioso con Minos por haber sido arrogante y haber rechazado el pacto, pidió la ayuda de Afrodita, la diosa del amor. Ella inspiró a la esposa de Minos, Pasifae, una pasión ardiente por el toro blanco. La reina sobornó a Dédalo, artesano de palacio, para que le hiciera una vaca de madera. Pasifae entró en la vaca, el toro penetró a Pasifae, y de esta unión de la reina y la bestia nació el Minotauro, la vergüenza de Minos, una horrible criatura con cuerpo de hombre y cabeza de toro, que se alimentaba de carne humana. El rey aterrorizado, escondió esta criatura en el interior de una gran Laberinto de piedra que mandó construir a Dédalo.
Pero el reino no podía quedar para siempre en esta situación estancada, con un secreto tan infamante en su interior. Con la ayuda de Ariadna, la hija de Minos, el héroe Teseo, hijo de Poseidón, vino y mató al Minotauro, y el dios en ese momento salió airado de su lecho en el fondo del mar y atacó al Laberinto. El edificio fue derruido a escombros por el terremoto, que enterró a la vez al rey Minos y al cadáver del Minotauro, al tiempo que todos los esclavos que habían estado sometidos al poder de Minos fueron puestos en libertad. Teseo fue proclamado rey de Creta, una nueva era fue inaugurada y el laberinto no fue levantado nunca más.
SIGNIFICADO DE LA LÁMINA: A nivel interno, la Torre atacada por el dios es una imagen del derrumbamiento de las viejas formas. La Torre es la única estructura hecha por el hombre en los Arcanos Mayores y por eso es una representación de las estructuras internas y externas, que nos hacemos nosotros mismos, como Minos, como defensas contra la vida y como escondite para ocultar nuestros lados menos agradables a los demás. En muchos aspectos, la Torre es una imagen de las fachadas socialmente aceptables que nosotros adaptamos para ocultar a la bestia que llevamos dentro.
Entonces utilizamos nuestras profesiones, nuestras buenas credenciales, nuestras afiliaciones e instituciones y compañías respetables, nuestros papeles sociales cuidadosamente educados, nuestras sonrisas más corteses y nuestros saludos más diplomáticos, nuestro aspecto inspirado en las revistas de moda y nuestra moral inculcada por la familia, para ocultar ese secreto vergonzoso que en la carta del Diablo aguarda al Loco en el mundo subterráneo. La Torre es una estructura de valores falsos o demasiado grandes, esas actitudes hacia la vida que no salen de la integridad del ser, sino que son "puestas" como si fueran trajes en un juego que sirve para impresionar a la audiencia. La Torre representa también las estructuras que construimos en el mundo externo para encarar nuestras personalidades incompletas.
Por eso, cuando el Loco se enfrenta al gran dios Pan en el centro del laberinto, es transformado por el encuentro. Es más humilde, más completo y más real. Inevitablemente, este cambio dará lugar a transformaciones en la vida externa. Del mismo modo que nuestras actitudes se ven alteradas por cualquier encuentro que tengamos con lo que está en el subconsciente, así también son los modos de vida que elegimos. Una de las razones por las que mucha gente tiene miedo a este proceso de autoanálisis es que intuye que, si descubre su verdadera naturaleza, ya no va a poder fingir ante los ojos del mundo. Un encuentro honrado con el Diablo necesita una profunda integridad interior, y por eso la Torre, el edificio que representa los valores del pasado, puede venirse abajo. El Loco se da cuenta de qué manera ha traicionado su propia esencia, y este trauma es como el tridente de Poseidón atacando al Laberinto: resquebraja las defensas y rescata esas partes de nosotros mismos que han sido esclavizadas. En muchos aspectos, el Minotauro es como el Diablo, porque ambos representan un secreto bestial relacionado con el cuerpo y con las sensaciones sexuales vergonzosas que han de ser ocultadas incluso a nosotros mismos, si queremos aparecer sin tacha y "decorosos" a los ojos de la sociedad.
16 – La Torre (Tarot Rider Waite)
Esta carta describe la ruina en todos sus aspectos, ello ya resulta evidente en la imagen de la misma.Se ha dicho que ésta contiene una primera alusión de las construcciones materiales, o bien que representa la caída de Adán e incluso el derrumbamiento de la mente que intenta penetrar en el misterio de Dios. Sin embargo, según Waite, simboliza la materialización del mundo espiritual. El opina que es la ruina de la Casa de la Vida, cuando ha prevalecido el mal y penetra en su interior pero, sobre todo, que es la hendidura de la Casa de la Doctrina (por ejemplo de la ortodoxia religiosa). Sin embargo, también hace referencia a la Casa de la Falsedad. Esta también representa en su forma más comprensible la antigua verdad que «tan sólo el Señor construye la casa y aquellos que intentan hacer lo mismo, trabajan en vano». En cierto sentido, la catástrofe es una consecuencia de la carta anterior; mientras que el Diablo representa la caída en el estado material y animal, la Torre simboliza la destrucción en el aspecto intelectual. En un sentido todavía más profundo, afirma Waite, puede significar el final de una «revelación», pero aquí no tenemos la posibilidad de considerar este complejo problema.
TAROT EGIPCIO
16. LA FRAGILIDAD
Plano Espiritual: El fondo del Plano Espiritual es de color amarillo (energía, claridad, vida, luz)
A la izquierda aparecen una serie de puntos en línea que representan las arenas del desierto (Imagen de los recuerdos del pasado como el que fue pero que ya no es, de lo que es temporal y de lo fugaz del momento presente)
El centro lo ocupa la imagen de un rayo (símbolo de la destrucción) de color rosa (el amor de Dios, el amor revelado). Por lo tanto este rayo destructor es de origen "divino". Proviene del Plano Espiritual y alcanza el Plano Mental.
Plano Mental: Lo que es destruído en todos los tarots europeos es una torre, en el caso del Tarot egipcio está representado por un obelisco, que simbolizaba estabilidad y permanencia, y todos los poderes de renacimiento, virilidad, fertilidad y fuerza creativa que Ra, el dios Sol, poseía...
A cada lado del obelisco caen de cabeza dos personas, un hombre y una mujer. El simbolismo es la caída de lo que significan o representan los colores de sus ropas: El color azul ( La ilusión. La profundidad del mundo inmaterial, la vida interior, el infinito, la verdad eterna e inmortal) y el color amarillo (energía, claridad, vida, luz)
Estos colores, especialmente el azul, también están presentes en el obelisco que el rayo divino ha destruído.
Plano físico: Bajo el obelisco y con un fondo de color rosa (el amor de Dios, el amor revelado) están los tres cetros egipcios entrecruzados, que representan el poder material y el poder espiritual.
A su vez, a cada lado hay una serpiente cobra (Encarna los opuestos, la dualidad de la existencia humana. Por un lado simbolizan las fuerzas del Caos, la traición a las leyes divinas y el sufrimiento que esto conlleva. Por otro lado es benéfica y protectora al representar la astucia y la cautela, la sabiduría y el conocimiento, el poder, la fertilidad, el Sol, la resurrección a una nueva vida y la eternidad)
Astrológicamente esta carta está representada por Mercurio en Virgo: Son personas de mente analítica que prestan mucha atención a los detalles. Perfeccionistas y críticas. Lógicas, prácticas y organizadas en sus ideas. Algo conservadoras. Tienden a centrarse en las cosas pequeñas y les resulta difícil percibir todo el conjunto.
La letra hebrea que da significado a esta carta es Ayin: Es el ojo a semejanza del “udjat” egipcio (el ojo de Horus) que trae la visión y la perspicacia para salir del condicionamiento de “Samej” y de los conceptos erróneos que caen inexorablemente. Ayin también es la fuente que recibe todas las cosas que pueden ser percibidas cuando caen las barreras, cuando se disuelven los engaños. Es la evidencia, la revelación, el paso de lo invisible a lo visible. El ojo recibe la luz para iluminarnos interiormente. Ayin es la percepción del mundo material tal como se manifiesta. Por semejanza, también significa advertir, espiar, ver a través de algo, asemejarse.
No hay comentarios:
Publicar un comentario