14 LA TEMPLANZA (LATEMPERANCIA)
Engel: Consolidación, tiempo de espera, paciencia,
exactitud, cuidado, templar cualquier exceso (drogas, alcohol, sexo, gastos).
Hales: Armonía, salud, alquimia. La
combinación perfecta. Protección: Moderación. Equilibrio y orden
diferente. El desorden como fuente de
belleza. La creatividad. La fuente de la
vitalidad.
Jodorowsky: ¿Quién me puede proteger? ¿A quién protejo yo? ¿Qué
relación debo establecer conmigo mism@? ¿A quién debo sanar? ¿Cuáles es mi
principal herida emocional? ¿Quién o qué me hizo perder la fe? ¿Creo en la
bondad y la practico?
14. LA TEMPLANZA: LA DIOSA IRIS EN EL TAROT MÍTICO
La carta de la Templanza retrata a una hermosa joven morena, ataviada con los colores del arco iris, y con alas de muchos matices. Está con un pie en un arroyo claro y otro pie en la tierra seca. A lo largo de las orillas del arroyo crecen lirios de color púrpura. Detrás de ella, en el cielo, se extiende un arco iris. En sus manos sostiene dos copas, una de oro y otra de plata, y echa agua de una a otra.
SIMBOLOGÍA
El arco iris que aparece cuando ha dejado de llover y el sol brilla, simboliza la promesa y renovación de la comunión. Es también un puente entre el cielo y la tierra, y sugiere de nuevo la comunión.
Las copas de oro y de plata, reflejan el sol y la luna, el masculino y el femenino, la conciencia y el subconsciente, unidos por el fluir de la sensación.
La polaridad del agua y de la tierra sobre la que se apoya el arco iris refleja de nuevo su capacidad para unir los opuestos dentro del individuo.
RELATO DEL MITO: Aquí encontramos a Iris, diosa del arco iris y mensajera de Hera, reina de los dioses. Iris era el duplicado femenino de Hermes, el emisario de Zeus, y era amada tanto por los dioses como por los mortales, a causa de su naturaleza buena y cariñosa. Si Hera o Zeus deseaban dar a conocer su voluntad a los hombres, Iris bajaba a la tierra como un rayo, y allí tomaba aspecto mortal o se aparecía en su forma divina, la de una hermosa mujer alada. A veces hendía el aire tan suavemente como el viento del oeste, Céfiro, que era su esposo. Otras veces deslizaba hacia abajo el arco iris que unía el cielo con la tierra. Corría por las aguas con igual facilidad. Incluso el mundo subterráneo de abría ante ella cuando, por orden de Zeus, iba a llenar de nuevo su copa de oro con las aguas del río Estigia, que los Inmortales tomaban para comprometerse con terribles juramentos. Cuando los dioses volvían al Olimpo de sus viajes, Iris tenía que desenganchar a los corceles de sus carros y dar a los viajeros néctar y ambrosía.
Iris no solamente entregaba los mensajes de Hera, también llevaba a cabo su venganza, aunque lo que hacía más a menudo era ofrecer ayuda y cuidado. Ella preparaba el baño de Hera, la ayudaba en su aseo, y día y noche estaba a los pies del trono de su señora. Según una versión del mito, fue Iris, en vez de Afrodita, la que dio a luz a Eros, el dios del amor.
SIGNIFICADO DE LA LÁMINA: A nivel interno, Iris, la diosa del arco iris, es una imagen de la segunda de las cualidades o facultades que el Loco debe aprender para formar una individualidad estable: un corazón equilibrado. Mientras que Atenea, que encarna la Justicia, es honrada y objetiva, Iris, que encarna la Templanza, es buena y dadivosa, aunque su simpatía no es sensiblería ni sentimentalismo. Iris está relacionada con la función del sentimiento, que es distinto a lo que llamamos emoción, porque la emoción es una reacción visceral ante una situación, mientras que el sentimiento es una facultad decisoria activa e inteligente. La función del sentimiento es un puente que camina continuamente entre los contrarios, una percepción atenta de las necesidades de una situación determinada, teniendo como objetivo final la armonía y la comunión. Por eso Iris vierte agua incesantemente de una copa a otra, porque el sentimiento tiene que fluir constantemente y renovarse según las necesidades de cada momento. Mientras que los principios éticos de Atenea eran necesariamente estáticos y universales, el objetivo de Iris, la armonía, requiere un ajuste continuo del fluido del sentimiento, a veces positivo y a veces negativo. Por eso ella puede ofrecer un cuidado solícito o ejecutar la venganza de Hera. Pero fundamentalmente sirve al reino femenino, más que al masculino, y cualesquiera que sean las respuestas cambiantes del flujo -incluso la ira y el conflicto- el objetivo es siempre el de la cooperación, la armonía y una mayor comunión.
Nosotros no solemos pensar en el sentimiento como una función inteligente como el pensamiento racional. Las dos cartas de la Justicia y la Templanza están situadas como contrarias y complementarias. Atenea e Iris son dos imágenes contradictorias, la una sirviendo al Padre, de cuya cabeza ha salido, la otra a la Madre, la una defendiendo una vedad abstracta incluso a costa del corazón de uno, la otra protegiendo el corazón del individuo a costa de la verdad abstracta. Aunque estas diosas no eran enemigas en la mitología -porque Iris no era enemiga de nadie-, sin embargo, pueden ser enemigas dentro de nosotros, porque muchas veces quieren ofrecer diferentes soluciones al mismo problema. Cuando tomamos una decisión, ¿nos basamos en el pensamiento racional, o en los dictados de lo que nuestro sentimiento nos dice que es el camino más adecuado para preservar la comunión? La presencia de estas dos figuras en la sucesión de los Arcanos Mayores sugiere que el Loco, que es en realidad cada uno de nosotros, tiene que integrar a ambas. Por eso, tras haber aprendido por medio de Atenea a pensar con claridad, el Loco se encuentra con Iris y debe aprender la delicada valoración del sentimiento, que se diferencia tanto de la impetuosa emoción reactiva como del sentimentalismo hipócrita.
Pero incluso Iris, puede ser ambivalente. El constante manejo del sentimiento para preservar la comunión puede producir estancamiento, porque no hay nada, en un momento dado, que impida respirar como el sentimiento. No se puede hablar de nada, no se pueden discutir diferencias, no se pueden tener roces, porque la armonía es lo más importante. Semejante estado da lugar a la separación interior, que trae consigo la soledad, cuando Iris, amiga de los dioses y los mortales a la vez, debe servir siempre devotamente a alguien sin poder tener derecho propio. Por eso, la Templanza sin la Justicia corre el peligro de volverse agua estancada, donde el sentimiento deja de fluir con naturalidad y la mente se asfixia por puro aburrimiento.
14 – La Templanza (Tarot Rider Waite)
Un ángel alado con el símbolo del Sol sobre su frente y con el septenario (el triángulo inscrito en el cuadrado) sobre su pecho (51).
Mientras vierte la esencia de la vida de un cáliz a otro, tiene un pie apoyado sobre la tierra y el otro sobre el agua, ilustrando así la naturaleza de las esencias.
Un sendero recto conduce hacia la línea del horizonte, donde hay una gran luz a través de la cual apenas se vislumbra una corona. De ello se intuye algún elemento del secreto de la vida eterna, accesible al hombre a través de su encarnación (por ejemplo, la vida corporal y material).
Sería erróneo decir que la figura simboliza el genio del sol, si bien existe una analogía de la luz solar con el Alba de la luz interior realizada en la tercera parte de nuestra triplicidad humana (cuerpo, alma y espíritu).
Se le llama la templanza porque cuando su poder alcanza nuestra conciencia, «templa», es decir, modera, combina y armoniza la naturaleza intelectual y la material. Bajo su dominio, nosotros comprendemos en nuestra parte racional de dónde hemos venido y hacia dónde nos dirigimos.
TAROT EGIPCIO
TAROT EGIPCIO
Aquí se puede ver a la diosa Neit (o Neith). Entre otras
cosas, Neit era la encargada de restaurar las almas, a las que ofrecía pan y
agua tras su largo viaje desde el mundo de los vivos.
Sus ropas son de color azul (Ilusión. La profundidad del mundo
inmaterial, la vida interior, el infinito, la verdad eterna e inmortal) y
amarillo (Energía, claridad, vida, luz)
Sostiene una vasija en cada mano (Símbolo de vida,
contención, templanza, paciencia, protección y sapiencia) y trasvasa líquidos
de color azul uno y de color negro el otro. Podrían ser agua ( Símbolo de vida,
contención, templanza, paciencia, protección y sapiencia) de color azul (La
profundidad del mundo inmaterial, la vida interior, el infinito, la verdad
eterna e inmortal) y agua de color negro (Dolor y sufrimiento).
La diosa está inclinada hacia la izquierda del Arcano (el
pasado)
Aquí aparece el símbolo de la flor de Loto, que representa
la creación, la revelación espiritual y el renacimiento. Ascendiendo por una de
ellas, aparece una serpiente cobra (Encarna los opuestos, la dualidad de la
existencia humana. Por un lado simbolizan las fuerzas del Caos, la traición a
las leyes divinas y el sufrimiento que esto conlleva. Por otro lado es benéfica
y protectora al representar la astucia y la cautela, la sabiduría y el
conocimiento, el poder, la fertilidad, el Sol, la resurrección a una nueva vida
y la eternidad)
En el costado derecho está la letra hebrea Nun, que representa la reversibilidad y la emergencia,
la armonía de los mixtos y de los contrarios, todo lo que una simiente produce,
el equilibrio de las oposiciones. Nun evoca lo que esta oculto y sumergido en
las profundidades. Tiene una connotación femenina y señala una intimidad que se
busca preservar de las miradas indiscretas.
Simboliza tanto los principios del mal y los de la
salvación. “Nun” es la letra de la
fertilidad y de la proliferación, representa todo lo que germina a partir de
una semilla. “Nun” abre perspectivas de esperanza, de redención y de
resurrección. Según el Sefer Hab bahir, es un símbolo de la fundación puesto
que evoca lo que está oculto o sumergido en las profundidades. La letra “nun” a
menudo tiene también una connotación femenina, e informa de una intimidad que
tratamos de proteger, es por eso que puede aludir a la fecundación y a nacimientos
a venir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario